¿Que es la vida Consagrada?

La  vida consagrada por la profesión de los consejos evangélicos es una forma estable de vivir en la cual los fieles, siguiendo más de cerca a Cristo bajo la acción del Espíritu Santo, se dedican totalmente a Dios como a su amor supremo, para que entregados por un nuevo y peculiar título a su gloria, a la edificación de la Iglesia y a la salvación del mundo, consigan la perfección de la caridad en el servicio del Reino de Dios y, convertidos en signo preclaro en la Iglesia, preanuncien la gloria celestial (Cód. Der. Can. 573)

 

“La vida consagrada está en el corazón de la Iglesia...indica la naturaleza íntima de la vocación cristiana y la aspiración de toda la Iglesia Esposa hacia la unión con el único Esposo” (VC3)

¿Qué son los consejos evangélicos?

Los consejos evangélicos están fundados en la doctrina y ejemplo de Cristo. Son un don divino que la Iglesia toda ha recibido del Señor y que los llamados a la vida consagrada se proponen vivir radicalmente. Se trata de

-la castidaddon sobrenatural, que libera el corazón y lo mantiene siempre más inflamado de amor a Dios y a todos los hombres (Mt 19, 11-12, 1 Cor. 7, 32-35);

-la pobreza:  el consagrado aspira a ser como Cristo que siendo rico se hizo pobre por amor a los hombres, para enriquecernos con su pobreza (Mt. 8, 20; 2 Cor, 8, 9);

--y la obedienciaasí como Cristo fue obediente al Padre (Jn 6, 38), así el consagrado se obliga a sí mismo a  observar las disposiciones de sus legítimos superiores y de la Constitución de su Instituto Religioso.

El estado de vida consagrada se funda en la profesión pública de estos consejos, que lleva a una unión más intima con Dios.

Los consagrados….”portadores de la cruz, se han comprometido a ser portadores del Espíritu, hombres y mujeres auténticamente espirituales, capaces de fecundar secretamente la historia con la alabanza y la intercesión continua, con los consejos ascéticos y con las obras de caridad” (VC 6)

 

Consagrados para la misión

En la llamada a la vida consagrada está incluida la tarea de dedicarse  totalmente a la misión. La misma vida consagrada se hace misión, como lo ha sido la vida entera de Jesús (VC 72). El consagrado está dispuesto a ir allí donde Dios lo envíe.

La vida consagrada está al servicio de Dios y de los hombres. El consagrado debe leer los signos de los tiempos, viendo cómo detrás de todo acontecimiento está Dios, para luego contribuir y llevar adelante

Diversas Formas de vida consagrada

La multitud de formas de vida consagrada aparece como una planta llena de ramas que hunde sus raíces en el Evangelio y da frutos copiosos en cada época de la Iglesia. Existe la vida eremítica (CEC 920), las vírgenes y viudas consagradas (CEC 922) y también:

 La vida religiosa

 Los institutos seculares: formados por fieles que asumen los consejos evangélicos y viven el carisma de su instituto en el mundo. Ellos procuran la santificación del mundo desde dentro de él. Sus miembros pueden ser clérigos o laicos.. Ej:  Los Oblatos Diocesanos,  Voluntarios de don Bosco, Apóstolas Vocacionistas de la Santificación Universal, etc.

 Las sociedades de vida apostólica: sus miembros sin votos religiosos, buscan el fin apostólico propio de esa sociedad. Hacen vida fraterna en común y aspiran a la perfección de la caridad observando sus constituciones. Ej. el Instituto del oratorio de San Felipe Neri; la Congregación de la Misión fundada por San Vicente de Paúl, etc.

 

¿Qué es la vida religiosa?

Surgida en los primeros siglos del cristianismo, se distingue por tres notas:

 Sus miembros emiten votos públicos

 Viven vida fraterna en común

 Se apartan del mundo, según sea el carácter y finalidad propia del Instituto.

El religioso consuma la plena donación de sí mismo como sacrificio ofrecido a Dios, por el que toda su existencia se hace culto continuo a Dios en la caridad.

La historia da testimonio de los grandes méritos de las familias religiosas en la propagación de la fe...desde las antiguas instituciones monásticas (Ej. Agustinos, Benedictinos), las órdenes medievales (Mercedarios, Dominicos), hasta las congregaciones modernas (Redentoristas, Canocianas, Salecianos, etc)